Nueva Carteya fue una de las dos localidades de la campiña cordobesa, junto a Bujalance, donde la Guardia Civil no secundó el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, lo que motivó que el pueblo sufriera, en poco más de dos meses, la incursión de tres columnas afectas a los militares sublevados con la intención de tomarlo. En mi libro Nueva Carteya 1903-1943. Movimiento obrero, II República, Guerra Civil y represión en la posguerra, publicado a finales de 2024 se puede encontrar un amplio estudio de lo acontecido en el pueblo, así que en esta entrada del blog solo aportaremos unos breves datos.

El capitán de la Guardia Civil Francisco López Pastor mandaba la columna que el día 29 de septiembre de 1936 tomó Nueva Carteya.
El 18 de julio el alcalde era el socialista Juan Caballero Polo. Para evitar que los derechistas locales pudieran apoyar el golpe de Estado, se detuvo a entre 32 y 37 de ellos y se les recluyó en la iglesia. El atardecer del día 20, entró una columna de guardias civiles y de Asalto mandada por el teniente Machuca Báez, que liberó a los presos y causó la primera víctima mortal entre la población. A la mañana siguiente, al retirarse hacia Córdoba, la columna arrastró consigo a las personas de derechas que quisieron acompañarla y a los guardias civiles del pueblo. Nueva Carteya siguió en manos republicanas, pero el 28 de julio pasó la columna militar del coronel Eduardo Sáenz de Buruaga, con moros de Regulares y legionarios que iba camino de Baena, donde aquella misma tarde cometería una de las masacres más importantes de la guerra civil en la provincia. Esta columna mató en las calles y las casas a al menos una docena de personas. El pueblo continuó bajo dominio republicano hasta el 29 de septiembre, cuando lo tomaron, ya de manera definitiva, falangistas, requetés y guardias civiles de Cabra, al mando de los capitanes Ramón Escofet Espinosa de los Monteros y Francisco López Pastor. En una localidad que entonces tenía unos 6.100 habitantes, 771 vecinos de todas las edades huyeron a zona republicana.
La represión de los militares golpistas durante la guerra civil, según nuestras investigaciones, segó la vida de al menos 70 personas. De ellas, solo 35 aparecen inscritas en los libros de defunciones del Registro Civil de Nueva Carteya y Córdoba. La identidad del resto se pudo conseguir en 1985 a través del testimonio de Francisco Gómez Herencia (12 nombres más recogidos en el libro de Francisco Moreno Gómez La Guerra Civil en Córdoba), otras informaciones orales y los expedientes de la Prisión Provincial conservados en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba, lo que ha permitido que hoy tengamos una idea aproximada (y mínima) del número de fusilados. Sin esa labor pionera de búsqueda y recopilación que llevó a cabo Francisco Moreno y a la que hemos acometido en la actualidad -frente a los partidarios del olvido y de no “remover el pasado”- es muy posible que esos datos se hubieran perdido para siempre, por lo que dentro de unos años cualquier historiador que se hubiera adentrado en la investigación de este tema llegaría a conclusiones erróneas y creería que las víctimas mortales de la represión franquista en Nueva Carteya fueron muchas menos de los reales.
No hay que olvidar que la propia administración judicial franquista llegó a silenciar los fusilamientos, y catalogaba a los asesinados como desaparecidos a los que por muchos motivos no interesaba registrar o se inscribían falseando la causa de la muerte u otros datos personales. Al no existir casi nunca consejos de guerra antes de los fusilamientos, pues esta práctica judicial no se generalizó hasta abril de 1937, tampoco hubo registro oficial de ejecuciones, ya que en teoría estas no se realizaban. De hecho, que sepamos, el único vecino que fue sometido a juicio durante la guerra fue el sargento comandante de puesto del cuartel de la Guardia Civil de Nueva Carteya, Fabián Rodríguez de la Llave, fusilado en Córdoba el 11 de diciembre de 1936 por no haber secundado el golpe militar. Al igual que el sargento, otros muchos vecinos de Nueva Carteya caerían fusilados por la Guardia Civil en Córdoba a finales del otoño de 1936 tras ser trasladados a la prisión de la capital.
El impacto de la represión resultó tan brutal que muchas familias no inscribían a sus seres queridos en el Registro por vergüenza o por temor a correr su misma suerte, de manera que nunca se producía el asiento si los familiares no lo intentaban, renunciaban a hacerlo ante las dificultades o emigraban de la localidad. En resumen, un porcentaje elevado de fusilados por los franquistas durante la guerra civil habría quedado sin registrar en muchos pueblos de Andalucía, y la gran mayoría de los que se inscribieron en los Registros Civiles se anotaron fuera del plazo legal, es decir, muchos años después de que hubieran sido asesinados. Con estos presupuestos, es evidente que nunca llegaremos a conocer el verdadero alcance numérico de la represión causada por los militares sublevados en Nueva Carteya. Sí sabemos que víctimas mortales de la represión republicana no hubo ninguna en la localidad.
Teniendo en cuenta nuestras investigaciones en el Registro Civil de Nueva Carteya y la bibliografía publicada hasta el momento, hemos elaborado unas listas con los nombres de las víctimas de la represión franquista y la guerra civil en Nueva Carteya. Se incluyen 73 víctimas mortales de la represión en guerra y posguerra, 165 jóvenes declarados prófugos, 47 presos en la posguerra, 86 vecinos sujetos a expedientes de incautación de bienes y de responsabilidades políticas, 22 combatientes muertos en el Ejército franquista, nueve jóvenes fallecidos en edad militar sin determinar la causa y 21 combatientes republicanos muertos, más otros desaparecidos e incapacitados en los frentes de guerra. Todos sus nombres se pueden consultar en este enlace.
Información adicional
–Composición de los Ayuntamientos de Nueva Carteya (1931-1941)
–Artículo sobre Fabián Rodríguez de la Llave, sargento de la Guardia Civil de Nueva Carteya fusilado en 1936, publicado por Antonio Merino Morales en la revista de feria de Nueva Carteya de 2014.
-En julio de 2017, Antonio Aguilar Caballero, residente en Terrassa (Barcelona), que lleva años en contacto conmigo para esclarecer la muerte de su abuelo Antonio Caballero Cordón, vecino de Nueva Carteya y fusilado en Córdoba en diciembre de 1936, me envió este poema dedicado a su memoria. Su madre, ya fallecida, se realizó con 93 años la prueba de ADN a través del Programa de Identificación Genética de las personas desaparecidas durante la guerra civil y la dictadura, coordinado por la Generalitat de Cataluña, con la intención de poder identificar el cadáver en el caso de que se iniciaran las exhumaciones de las fosas comunes de los cementerios de Córdoba.
